miércoles, 26 de diciembre de 2012

YA NO ESPERAS QUE ALGUIEN TE RECONOZCA

Dios Dijo:
Ser un gran anfitrión para la raza humana es dar la bienvenida a cada persona que ves, encuentras o que se cruza en tu camino. Si vives en una gran ciudad, tu saludo puede ser silencioso, sin embargo das tu bienvenida de la misma forma. No es una pequeña cosa lo que pido de ti, cuando te pido que seas Mi Anfitrión Oficial para el Universo. Por favor, no lo tomes a la ligera. Este no es un servicio sólo para cuando te apetezca o porque toca estar en un buen estado de ánimo. La cuestión no es en qué estado de ánimo te encuentras. La cuestión es tu servicio. Tu ere el que sirve.
Tu no sabes lo que la gracia salvadora que traes al universo podría ser para alguien. Tu no sabes lo que tu simple bienvenida podría significar para alguien a quien bendices. Podrías estar dándole a alguien una nueva oportunidad en la vida; sí, tan sólo tu momento de acogida, tu momento de mirar a alguien a los ojos, tu momento de reconocimiento. Permite que tu rostro trasmita: "Hola Hombre".
Incluso en una gran ciudad, puedes acoger a cada persona. Tu puedes. En un pueblo pequeño, puedes acoger a cada uno de otra forma. Tu eres Mi Anfitrión al Universo, no a este o a aquel, sino a todos. Es importante que tengas esta intención amistosa. Esta es tu misión. Es la misión de cada uno. La acogida es tuya para que la trasmitas: "Feliz aterrizaje. A tu salud. Saludos. Que tengas una vida agradable"
Por todo el mundo ha sido rumoreada una razón para saludarlo todo. Tu no sabes por anticipado a quien podrías estar saludando. Sin saberlo, podrías estar saludando a Cristo o Moisés o a Mahoma. Cierto, hay provecho en que saludes a los Grandes Seres. Tu no quieres dejar pasar esta oportunidad; sin embargo, Yo estoy sugiriendo que tu corazón sea generoso y que acojas a todos mis hijos, no sólo a unos pocos elegidos para favorecerlos. Estoy sugiriéndote que acojas al Gran Ser incluso en esta aparente pequeña cosa diaria. Qué gran regalo es acoger a cada uno y todos en tu generoso corazón. Qué gran bendición para todos, y qué gran bendición para ti ser el Anfitrión del Universo.
Qué grandes son las palabras anfitrión, creador y grandioso. Sí, conviértete en algo más grande de lo que quizás te has permitido ser. Quizás has estado de mal humor en lugar de ser grandioso. Ahora, eh aquí tu oportunidad. Acoge a tu esposa. Acoge a tu esposo. Acoge tus niños. Acoge al extranjero. Sé el vagón de bienvenida. Sé un embajador de Buena Voluntad. Sé un destinatario dispuesto a cada uno, cada rostro, cada Ser. En todos los casos, tu eres una Vida Anfitriona, eres un Amor que Acoge, tu eres un Yo que Acoger, y estás dándote la bienvenida a una felicidad indecible. Permite que tu postura, tu semblante, tu voz trasmitan: "Buenos Días, a todos. Buenos días a cada uno y a todos".
Ya no esperas que alguien te reconozca. Tu eres quien reconoce. Primero ofreces una simple bienvenida. Pasas a través de la soledad de las multitudes de modo que otros puedan seguirte. Tu estás abriendo camino para Mí. Estás anunciándome. Estás anunciando: "Dios está junto a mí". No tienes que decirlo. No tienes que decir ninguna palabra, pero estás anunciándome igual. Tu eres ahora quien anuncia la paz y buena voluntad a todos los hombres. Tu eres el anunciador de los buenos tiempos que vendrán. Tu eres aquél que coloca el tapete de bienvenida para todos. Tu estás diciendo: "Oigan ustedes, estoy colocando el tapete de bienvenida para ustedes. Cuan feliz estoy de verlos".
Traducido por: jhrendon

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