domingo, 30 de noviembre de 2014

MANDALA Y SIGNIFICADO

MANDALA
proviene del sánscrito, y significa Círculo Sagrado. Es un símbolo de sanación, totalidad, unión, integración, el absoluto.
Un mándala es básicamente un círculo, es la forma perfecta, y por ello nos representa el símbolo del cosmos y de la eternidad. Nos representa la creación, el mundo, el dios, el ser humano, la vida. Podríamos decir que todo en nuestra vida posee las formas del círculo. Desde el universo (el sol, la luna, los planetas) hasta el esquema de toda nuestra naturaleza, los árboles, las flores, etc. todos siguen una línea circular. ¿Y que decir del átomo o la célula?. Todo lo que nos rodea tiene la forma de círculo.
Las mándalas. Su origen y cómo se usan para colorear
Que al mismo tiempo nos representan los ciclos infinitos de la vida. Y si observamos nuestro cuerpo, nos daremos cuenta que todas nuestras formas son redondeadas, esto nos recuerda que somos sistemas dentro de sistemas, pertenecemos al Absoluto y el Absoluto está en nosotros.
Los mándalas han sido usado por los grupos espirituales desde hace mucho tiempo atrás. Caminar, danzar, observa, o dibujar mándalas puede ayudar a curar la fragmentación psíquica y espiritual, también nos ayuda a manifestar nuestra energía creativa y a reconectarnos con nuestro Ser.
Un mándala puede variar en color y diseño, pero básicamente se conforma de un centro y los cuatro puntos cardinales.
Psicológicamente, los mándalas representan la totalidad de nuestro ser. Dado que reflejan la psique humana, cada persona responde a ellos instintivamente, más allá de su edad, género, raza, cultura, etc.
Cuando nosotros trabajamos con los mándalas, es decir, si los dibujamos, si los pintamos, si caminamos sobre ellos etc. esto puede asemejar un viaje hacia nuestra esencia, iluminando zonas del camino que hasta entonces habían permanecido obscuras y hasta ese momento ocultas, permitiendo que brote la sabiduría de nuestro inconsciente.
¿Para qué son útiles?Los mándalas son útiles para la concentración, activación de la energía positiva, energetización de lugares, meditación profunda para elevar el nivel de conciencia, expandir la capacidad de la mente y la memoria
  • Dentro de una casa mejora la captación de energía y crea un ambiente de armonía y balance, también nos sirve para transmutar la energía negativa en positiva.
  • En el negocio atraerá la abundancia y prosperidad.
  • Para la salud, nos protegerá de las energías negativas del entorno..
Los mándalas pueden ayudarte en el equilibrio de los chakras, en ese caso habrá que elegir el color adecuado dependiendo de la cualidad que se quiere trabajar. El mándala enviará impulsos a la mente interna llegando a los receptores del cerebro en donde se procesará y se obtendrá una reacción.
Son muchos los beneficios que podemos tomar de un mándala, lo mínimo que puede hacer por nosotros es ayudarnos a centrarnos cuando sufrimos de alguna alteración nerviosa, nos ayuda a relajarnos y a encontrar la paz en medio de las dificultades y eso en medio de un mundo tan complejo y conflictivo ¡resulta bastante!.
Significado de los Colores
Un mándala siempre va a ser positivo sea cual sea su color, pero resulta doblemente útil, cuando nosotros ya hemos localizado algún problema, y queremos atacarlo, entonces podríamos ayudarnos eligiendo algún color determinado, el cual actuaría de manera directa, acelerando el proceso de curación.
A continuación te doy una lista de los puntos que toca cada color, estos mándalas también los puedes usar junto con el curso de chakras, dependiendo el chakra que quieras trabajar será el color del mándala que elijas.
Tabla de Colores:
Rojo, Primer Chakra. Es el color del amor, la pasión, la sensualidad, la fuerza, resistencia, independencia, conquista, impulsividad, ira, y odio. Impulsa la fuerza vital a todo el cuerpo. Incrementa la confianza y seguridad en si mismo, permite controlar la agresividad y evitar querer dominar a los demás. En el aspecto físico proyecta energía la parte inferior del cuerpo, suministra fuerza a los órganos reproductores. Esencia de supervivencia.
Naranja, Segundo Chakra. Energía, optimismo, ambición, actividad, valor, confianza en si mismo, afán de prestigio, frivolidad. fomenta la tolerancia para socializar y proyectarse con toda la gente. Incrementa la autoestima, ayuda a enfrentar todos los retos para la evolución de la persona. Enseña a utilizar los éxitos o fracasos como experiencias y aprendizajes. Propicia energía positiva para llevar a cabo los proyectos o las metas. En el aspecto físico proyecta energía al intestino delgado y colon, todos los procesos metabólicos y los ganglios linfáticos inferiores.
Amarillo, Tercer Chakra. Es la luz, el sol, alegría entendimiento, liberación, crecimiento, sabiduría, fantasía, anhelo de libertad, envidia, superficialidad. Ayuda liberar los miedos internos. Permite manejar con balance el ego, las desilusiones, todo lo que afecta emocionalmente. Ayuda a canalizar mejor la intelectualidad. En el aspecto físico proyecta energía al aparato digestivo, hígado, vesícula, páncreas, bazo,y riñones.
Verde Cuarto Chakra. Equilibrio, crecimiento, esperanza, perseverancia, voluntad, curación, integridad, bienestar, tenacidad, prestigio. Falta de sinceridad, ambición, poder. Proyecta tranquilidad y balance en lo sentimental. Permite expresar los sentimientos más libremente. Expande el amor interno hacia uno mismo y los demás. Ayuda a liberarse del apego a las posesiones o las falsas excusas. Es el filtro del equilibrio en todo el cuerpo. Ayuda a controlar el sentido de posesión y los celos. En el aspecto físico, proyecta energía vital al sistema circulatorio, cardiovascular, corazón.

Azul Quinto Chakra. Calma, paz, serenidad, seguridad, aburrimiento, paralización ingenuidad, vacío. Ayuda a exteriorizar lo que se lleva por dentro, permitiendo evolucionar a medida que se van dando cambios en la vida de la persona. Evita la frustración y la resistencia para comunicarse la gente, permite tener tolerancia a los pensamientos de los demás. En el aspecto físico proyecta energía a los pulmones, garganta, traquea, ganglios linfáticos superiores y ayuda a evitar las alérgicas y padecimientos de la piel.
Indigo Sexto Chakra. Ayuda a comunicarse con el ser interno, abriendo la intuición. Permite aprender a dejar fluir los mensajes del cerebro, conectando directamente a la inteligencia de la conciencia cósmica. Fomenta el control mental y expande los canales de recepción para percibir la verdad en cualquier cosa o nivel de vida. Estimula la confianza en ser guiado por su propio sentido interior. En el aspecto físico, proyecta energía vital al cerebro, sistema nervioso, sistema muscular y óseo.
Violeta Séptimo Chakra. Mística, magia, espiritualidad, transformación, inspiración. Pena, renuncia, melancolía. Proyecta el contacto del espíritu con la conciencia profunda del cosmos. Expande al poder creativo desde cualquier ángulo, música, pintura, poesía, arte, permitiendo a la persona expresar su visión de la realidad y su contacto con la fuente primordial, el creador del universo. Ayuda a no ser extremista o absolutista, con el fin de expanderse explorando las dimensiones de la imaginación y el conocimiento.
Rosa. Amistad, sociabilidad, comunicación, imaginación, humor, encanto, egoísmo, necesidad de reconocimiento. Envía estímulos de equilibrio total en todos los niveles. Amor universal, bondad. Paz interna, autovaloración. Equilibra las emociones, ayuda a liberar los resentimientos, el enojo, la culpa, los celos.
Si lo combinas con el verde o el azul, te ayudará a equilibrar el extremo feminismo y la cursilería. En el aspecto físico, proyecta energía al corazón y te ofrece una curación completa en todos los niveles a través del rayo rosa.

Para colorear un mándala

Si nosotros queremos construir un mándala, debemos tener en cuenta su esquema básico: Un círculo y cuatro puntos cardinales.
Obviamente esta no es una regla estricta que no se pueda romper, también puede ser que en lugar de que su base sea un círculo puede ser un triángulo, un cuadrado, o un octágono.
A partir de ahí podemos diseñar nuestro mándala y esto ¡es cuestión de creatividad! puedes decorarlo con imágenes místicas como el símbolo del ying-yang, una cruz, la estrella de David, lunas, estrellas, el sol, flores, aves, paisajes, nubes, figuras geométricas… en fin, busca los diseños que te proyecten paz y tranquilidad.

Como pintarlos:

Busca un lugar tranquilo, y observa detenidamente tu mándala, concéntrate en el, si después de observarlo por un largo rato notas que se mueve ¡es la energía que está en movimiento!.
Es conveniente empezar a pintarlo de afuera hacia adentro, esto nos representa el autoconocimiento de lo externo hacia nuestro centro, hacia nuestro interior.
Decide la dirección en vas a pintarlo y trata de mantenerla.
Al elegir los colores puedes hacerlo de manera intuitiva ¡no importa que no combinen! de esta manera podrá descifrar tu estado de ánimo. También podrás hacerlo eligiendo los colores y trata de cambiar tu estado de ánimo de ésta manera.
Tal vez te de sueño en el proceso, si estabas tenso, el mándala está cumpliendo con la relajación, es normal, en este caso es preferible dejarlo ¡y disponte a dormir!.
Si no terminaste el mándala en ese momento, déjalo así, la próxima vez que quieras pintar uno, elige uno nuevo, con colores que vayan más acorde con tu estado de ánimo en ese momento.
Si quieres que el mándala te guíe para el auto-conocimiento, no pienses en formas ni colores, deja que solo te vaya guiando, haciendo lo que en ese momento de manera intuitiva te nazca.
Fuente: 

SIGNIFICADO Y USO DE LOS MANDALAS

El significado y uso de un mándala

Alexander Berzin, diciembre de 2003

El significado de un mándala

La palabra tibetana para “mándala”, dkyil-‘khor, literalmente significa “aquello que rodea a un centro”. En este contexto, un “ centro” es un significado, y “aquello que lo rodea”, un mándala, es un símbolo redondo que representa el significado. Sin embargo, no todos los mándalas son redondos.
Existen muchos tipos de mándalas, utilizados para propósitos diversos en las prácticas budistas, tanto del sutra como del tantra. Exploremos algunos de ellos.

Mándala externo

Un mándala externo (phyi’i dkyil-‘khor) es la representación de un sistema de mundos. Es utilizado como ofrenda a un maestro espiritual en la solicitud de una enseñanza, de conferir un conjunto de votos, y de un empoderamiento tántrico. Es similarmente utilizado como una ofrenda de apreciación al final de una enseñanza o de una ceremonia de votos o empoderamiento (iniciación tántrica).
El mándala ofrecido puede consistir de un cuenco de fondo plano, sostenido con el fondo hacia arriba, con tres montículos de grano crudo o de gemas, colocados uno sobre la superficie del otro y contenidos por anillos concéntricos progresivamente más pequeños. Al final se corona con una diadema ornamental.

Juego de ofrendas de mándalas tradicionales tibetanos

De forma alterna, la ofrenda del mándala puede ser elaborada con un mudra, con los dedos entrelazados en un patrón específico.
Mudra de manos de la ofrenda del mándala
El sistema de mundos representado en ambos tipos de mándala externo es generalmente el ilustrado en las enseñanzas del abidarma concernientes a tópicos especiales de conocimiento. Consiste de un sistema con cuatro islas continentales alrededor del Monte Meru que se ubica en el centro, donde cada isla continental posee dos islas más pequeñas que la flanquean a los lados, dando la espalda al Monte Meru. En el sistema de kalachakra, la forma del sistema de mundos es ligeramente diferente, aunque también cuenta con un Monte Meru, cuatro islas continentales y ocho islas menores.
Su Santidad el XIV Dalái Lama a menudo ha mencionado que también podemos imaginar al mándala externo representando al planeta Tierra, al sistema solar, a la galaxia, o al universo, tal como la ciencia moderna los concibe actualmente. Es lo mismo. El punto es que ofrecer un mándala representa la disposición de ofrecer todo en el universo para recibir enseñanzas, votos o empoderamientos.
Ofrecer el mándala externo cien mil veces es un elemento estándar de las prácticas preliminares especiales (sngon-‘dro) realizadas para acumular suficiente fuerza positiva (bsod-nams, mérito) para comenzar la práctica formal del tantra con un mínimo grado de éxito. En tales casos, el objeto al cual el mándala es ofrecido usualmente consiste en una asamblea visualizada de budas, bodisatvas y maestros del linaje, especialmente nuestros propios maestros espirituales. La efectividad del mándala para acumular fuerza positiva depende de la pureza de la motivación, del nivel de concentración, y de la profundidad del entendimiento de la vacuidad de quien realiza la ofrenda; de los objetos a quienes se presenta la ofrenda, del mándala mismo, y de la acción de hacer la ofrenda.
Realizar repetidas ofrendas de un mándala externo también acumula la fuerza positiva requerida para abrirse paso del nivel presente de entendimiento y progresar a un nivel más profundo. Por ejemplo, Tsongkapa (Tsong-kha-pa Blo-bzang grags-pa), el fundador de la tradición guelug, realizó dieciocho series de 100,000 ofrendas de mándala, además de treinta y cinco series de 100,000 postraciones, a fin de acumular suficiente fuerza positiva para lograr un correcto entendimiento de la visión prasánguika-madyámaka de la vacuidad.

Mándalas internos, secretos y de la naturaleza misma de la realidad

El anutarayoga tantra, la más alta de las cuatro escuelas del tantra en las tradiciones del nuevo período de traducción (kagyu, sakya y guelug), tiene cuatro niveles de ofrendas. Paralelos a éstos están los cuatro niveles de ofrendas de mándalas. Estos cuatro niveles de ofrendas y ofrendas de mándalas se correlacionan con los cuatro empoderamientos (dbang, iniciación, “wang”) del anutarayoga tantra.
  • Una ofrenda externa (phyi’i mchod-pa) consiste de objetos externos tales como agua, flores, incienso, etc., o de objetos deseables a los cinco sentidos. Un mándala externo es una ofrenda hecha de un sistema de mundos externo. La ofrenda y el mándala externos se correlacionan con el empoderamiento de la vasija (bum-dbang). El empoderamiento de la vasija purifica al cuerpo para alcanzar el nirmanakaya (sprul-sku), cuerpo de emanación. Éste empodera la práctica del estado de generación (bskyed-rim), durante la cual nos visualizamos como figuras búdicas.
  • Una ofrenda interna (nang-mchod) consiste de aspectos del cuerpo. Estos pueden ser, ya sea aspectos del cuerpo burdo, es decir, los cinco agregados y los cinco elementos, o en el kalachakra, aspectos del cuerpo sutil, es decir, los diez vientos de energía sutil. Las cinco carnes y los cinco néctares, purificados, transformados y multiplicados, representan los dos conjuntos de cinco o los diez. Un mándala interno (nang-gi dkyil-‘khor) es una ofrenda compuesta de varias partes del cuerpo burdo, con la columna o el tronco imaginados como el Monte Meru y los cuatro miembros imaginados como las cuatro islas continentales. La ofrenda y el mándala internos se correlacionan con el empoderamiento secreto (gsang-dbang). El empoderamiento secreto purifica los vientos de energía sutil y palabra para alcanzar el sambogakaya (longs-sku), cuerpo de uso completo. Éste empodera la práctica del cuerpo ilusorio (sgyu-lus) en el estado completo (rdzogs-rim).
  • Una ofrenda secreta u oculta (gsang-mchod) se compone de un darse cuenta gozoso. De manera alterna, se compone de un darse cuenta gozoso no conceptual de la vacuidad con la actividad mental más sutil de la luz clara (la luz clara de la mente). Similarmente, un mándala secreto u oculto (gsang-ba’i dkyil-‘khor) es una ofrenda de un darse cuenta gozoso o de un darse cuenta gozoso no conceptual de la vacuidad con la luz clara de la mente. La ofrenda secreta u oculta y el mándala secreto u oculto se correlacionan con el empoderamiento de la conciencia discriminativa profunda (shes-rab ye-shes dbang). El empoderamiento de la conciencia discriminativa profunda purifica a la mente para lograr un jñana-darmakaya (ye-shes chos-sku), cuerpo de conciencia profunda que todo lo abarca. Empodera la práctica, en el estado completo de la luz clara (‘od-gsal).
  • Una ofrenda de la naturaleza misma de la realidad (de-kho-na-nyid mchod-pa, ofrenda de talidad) se compone de la cognición no conceptual de la vacuidad. De manera alterna, se compone de las dos verdades inseparables, es decir (1) nuestra apariencia pura como figura búdica (yidam, “deidad”) y (2) el darse cuenta gozoso no conceptual de la vacuidad con la luz clara de la mente. Un mándala de la naturaleza misma de la realidad (de-kho-na-nyid-kyi dkyil-‘khor, mándala de talidad) es una ofrenda de cognición no conceptual de la vacuidad o de las dos verdades inseparables anteriormente formuladas. La ofrenda y el mándala de la naturaleza misma de la realidad se correlacionan con el cuarto (dbang bzhi-pa) empoderamiento, también llamado empoderamiento de palabra (tshig-dbang). Un empoderamiento de palabra purifica conjuntamente al cuerpo, a la palabra y a la mente, inseparablemente unidos para lograr el svabavakaya (ngo-bo-nyid sku), cuerpo de naturaleza esencial, o más plenamente, el svabavakaya-darmakaya (ngo-bo-nyid chos-sku), cuerpo de  naturaleza esencial que todo lo abarca. Éste empodera la práctica, en el estado completo, del par unificado (zung-‘jug) de las dos verdades.

Mándalas sobre la base de los empoderamientos que son conferidos

A diferencia de las autorizaciones subsiguientes (rjes-snang), que son conferidas sobre la base de una torma (gtor-ma), pastel de cebada tostada actualizado (realmente transformado) en una figura búdica por un maestro tántrico, los empoderamientos son conferidos sobre la base de un mándala.
El empoderamiento de la vasija, encontrado en las cuatro clases de tantra, es conferido sobre la base del mundo simbólico del mándala en el que la figura búdica o el conjunto de figuras búdicas viven. Éste incluye: (1) el mándala de apoyo (rten-pa’i dkyil-‘khor), es decir, el palacio y el entorno circundante, y (2) el mándala apoyado (brten-pa’i dkyil-‘khor), es decir, las figuras búdicas en su interior.
Las bases para etiquetar o imputar (gdags-gzhi) el mundo simbólico del mándala durante el ritual de empoderamiento pueden ser:
  • Un mándala de tela (ras-bris-kyi dkyil-‘khor), el cual es una representación bidimensional del palacio y su entorno, similar a un plano arquitectónico, pintado sobre un pedazo de tela o papel, y generalmente colocado dentro de un marco de madera pintado con adornos, con los lados abiertos y un techo.


Mándala de tela pintada de kalachakra
  • Un mándala de arena (rdul-phran-gyi dkyil-‘khor), el cual es una representación del palacio y su entorno, hecho de arena coloreada y generalmente colocado en el mismo tipo de marco de madera que el mándala de tela.
     

    Realización de un mándala de arena de Guhyasamaja
  • Un mándala de estabilidad mental (bsam-gtan-gyi dkyil-‘khor), el cual es actualizado a partir de la absorción meditativa (ting-nge-‘dzin, sct. samadhi) del maestro tántrico, sin una base física.
  • Exclusivamente en algunos anutarayoga tantras madre, como Chakrasamvara, Vajrayogini, Hevajra y Chitamani Tara, un mándala de cuerpo (lus-kyi dkyil-‘khor, lus-dkyil), en el cual el maestro tántrico ha actualizado (realmente transformado) varias partes de su cuerpo sutil como aspectos de los mándalas de apoyo y apoyados. Recibir un empoderamiento de un mándala de cuerpo requiere haber recibido previamente un empoderamiento de los tres tipos de mándalas anteriormente mencionados.
  • Ocasionalmente, un mándala tridimensional (blos-blangs), generalmente hecho de madera o metal, puede ser utilizado de manera alterna.


Mándala tradicional en tercera dimensión de kalachakra
en el palacio del Pótala, Lhasa, Tíbet

Mándala moderno en tercera dimensión de kalachakra
elaborado por Arjia Rinpoché en EUA
Los siguientes tres empoderamientos sólo pueden ser encontrados en el anutarayoga tantra.
  • El empoderamiento secreto es conferido a partir de un mándala redondo simbólico de la bodichita convencional (kun-rdzob byang-sems-kyi dkyil-‘khor). Esto se refiere, generalmente, a gotas de yogurt y té, que sirven como la base sobre la cual se etiqueta a las gotas blanca y roja de energía de bodichita, y que se dan a probar.
  • El empoderamiento de conciencia discriminativa profunda es conferido a partir de un mándala redondo simbólico de una matriz (bha-ga’i dkyil-‘khor).
  • El cuarto empoderamiento o de palabra es conferido a partir de un mándala redondo simbólico de la bodichita más profunda (don-bam byang-sems-kyi dkyil-‘khor). Este mándala se refiere al más profundo entendimiento de la vacuidad.
 
En el kalachakra,
  • El empoderamiento de la vasija es conferido a partir de una vasija redonda simbólica de un seno, en lugar de una vasija conteniendo agua consagrada como en otros sistemas anutarayoga.
  • El empoderamiento secreto es conferido a partir de un mándala redondo simbólico de una matriz, la fuente de las gotas simbólicas que se prueban, en vez de a partir de un mándala de gotas de bodichita convencional como en otros sistemas anutarayoga.
  • El empoderamiento de conciencia discriminativa profunda es conferido a partir de un mándala redondo simbólico de la bodichita convencional, gotas de energía sutil que descienden a través del cuerpo, en vez de a partir del mándala de la matriz como en otros sistemas anutarayoga.
  • El cuarto empoderamiento o de palabra es conferido a partir del mándala redondo simbólico de la bodichita más profunda, como en otros sistemas anutarayoga.

Discos simbólicos de los mándalas

La práctica tántrica incluye visualizaciones de varios discos redondos de mándalas simbólicos. Los más comunes son discos de mándalas del sol y la luna que representan, respectivamente, el entendimiento de la vacuidad y del objetivo de la bodichita de alcanzar la iluminación para poder ayudar de la mejor manera a todos los demás.

Los cinco elementos externos y corporales (tierra, agua, fuego, viento y espacio) son comúnmente representados por discos de mándalas simbólicos con las formas y los colores usados convencionalmente en el budismo. Por ejemplo, un disco de mándala amarillo y cuadrado representa al elemento tierra.

En el sistema kalachakra, los discos redondos simbólicos de los mándalas de los cuatro cuerpos celestiales involucrados en eclipses, la luna, el sol, Rahu y Kalagni (los nodos norte y sur de la luna), representan a cuatro gotas de energía sutil dentro del cuerpo sutil. Éstas son las gotas de energía del estado de vigilia, del estado de sueño, del estado de sueño profundo, y del cuarto estado cúspide.

Palacios mándala

La mayoría de los sistemas de figuras búdicas incluyen un palacio mándala, a menudo llamados palacios inconmensurablemente magníficos (gzhal-yas khang), en el cual residen las figuras búdicas del sistema. La estructura de los palacios emula a los antiguos palacios indios, aunque los techos sugieren una influencia china. Los palacios son cuadrados, generalmente con dos pisos, aunque a veces cuentan con más, y tienen portales que conducen a pasillos de entrada a cada lado y un arco al final de cada portal. Los muros tienen múltiples capas de grosor y rematan con molduras y otros rasgos complejos de estructuras ornamentales enjoyadas.

Cada rasgo arquitectónico representa un aspecto particular del camino a la iluminación. Por ejemplo, en referencia al mándala de Vajrabairava, los cuatro lados del palacio representan las cuatro verdades nobles, los cinco colores del piso y de las capas de los muros representan los cinco tipos de conciencia profunda, etc.

Mándala corporal

Varios sistemas de figuras búdicas tanto del anutarayoga tantra padre como del madre cuentan con mándalas corporales (lus-dkyil). Un mándala corporal comprende una red de figuras búdicas organizadas dentro de nuestro cuerpo como figura búdica y para el cual varias partes de nuestro cuerpo samsárico impuro han servido como sus causas de obtención (nyer-len-gyu rgyu). La causa de obtención de algo es aquella sobre la cual se obtiene el elemento como su sucesor y, por tanto, cesa de existir cuando surge su sucesor. Por ejemplo, la masa de pan, al hornearse en pan, deja de existir como masa. Similarmente, en el sistema Guhyasamaja, por ejemplo, nuestro agregado impuro de la forma sirve como la causa de obtención para que la forma pura de Vairóchana surja en su lugar.

En los sistemas de figuras búdicas del anutarayoga tantra madre que cuentan con mándalas corporales, tales como Chakrasamvara, Vajrayogini y Chitamani Tara, las figuras surgen de partes de su cuerpo de energía sutil, es decir, de los canales de energía, como sus causas de obtención. En los sistemas del anutarayoga tantra padre que cuentan con mándalas corporales, tales como Guhyasamaja, las figuras surgen como partes del cuerpo burdo, tales como los agregados, los elementos, los sensores cognitivos y los miembros, como sus causas de obtención. En los sistemas del anutarayoga tantra, designados como no duales en la tradición sakya, y que cuentan con mándalas corporales, tales como Hevajra, partes tanto del cuerpo burdo como del sutil sirven como causas de obtención de las figuras búdicas.

Los anteriores son ejemplos de mándalas corporales apoyados de figuras búdicas. Algunos sistemas anutarayoga, tales como Guhyasamaja, también poseen un mándala corporal de apoyo compuesto de un palacio para el cual partes del cuerpo burdo han servido como sus causas de obtención.

MANDALAS Y YANTRAS

En una sobremesa dominguera con las profesores de yoga Ariyogananda, Lara, Pat (más Oli) y Hansika surgió el tema de los mandalas debido a un libro que pasaba de mano en mano titulado La biblia de los mandalas. La idea de este post no es recomendar ni defenestrar dicho libro, ya que no lo he leído, sino tratar de explicar (y entender) un concepto de la filosofía de la India que se ha hecho muy popular (es decir, el de ‘mandala’), aunque, al parecer, variando en parte su sentido original.
Yo ya conocía el concepto, pero al leer la contratapa del libro me sorprendí, ya que decía que “el mandala es un símbolo de plenitud que se encuentra en culturas de todo el mundo… En este libro se presentan las múltiples y diferentes formas que pueden adoptar, abordando tanto los antiguos mandalas hindúes como las formas complicadas de las pinturas de arena de los indios americanos o de los nudos celtas”.
Hasta ayer, para mí, mandala era un término netamente relacionado con el hinduismo y el budismo y no se me había ocurrido que existieran ‘mandalas celtas’ o que, el rosetón de vitral de una iglesia católica se considerara, también, un mandala.
Etimología redonda
En la sobremesa ya citada yo, adalid de la rigurosidad, critiqué esta libertad de uso de la palabra ‘mandala’, pues su origen está, sin dudas, en la lengua sánscrita y en las prácticas espirituales de la India. De hecho, hace un par de meses respondí al comentario de una lectora sobre la etimología de la palabra en cuestión.
Lo que dije entonces, y ahora amplio, es que, según el reputado diccionario de Sanskrit-English de Monier-Williams, la raíz verbal maṇḍ significa ‘adornar, decorar'; y la primera acepción de la palabra maṇḍala es ‘circular o redondo’. Asimismo, puede referirse a ‘un disco; cualquier cosa redonda; un círculo; circunferencia’, y más.
Teniendo en cuenta la etimología, es difícil oponerse a que el término ‘mandala’ sea ahora masivamente utilizado para referirse a ‘diseños circulares’ en general. De la misma forma que el término sánscrito avatar ha trascendido su sentido original para designar “objetos digitales que representan al usuario” o seres azules muy taquilleros, me parece normal que la palabra mandala pueda ahora tener un sentido más amplio y alejado de su origen, ya que como dice el libro que dio vida al debate, los mandalas reflejan símbolos universales como “la simetría de las formas naturales, el ciclo del tiempo y el círculo de la comunidad”.
De todas formas, esta tendencia general no quita que la palabra tenga un sentido primigenio y espiritual ligado a la India y su filosofía. Incluso la RAE, con quien desacuerdo con frecuencia, consigna el término como parte de la tradición hinduista y como una representación de las “fuerzas que regulan el universo y que sirve como apoyo de la meditación”.
A este respecto, si bien la RAE acepta dos acentuaciones de la misma palabra, me gustaría decir que la forma correcta, desde el punto de vista sánscrito, es con acentuación esdrújula; es decir, ‘mándala’ y no ‘mandala‘, aunque yo la escriba sin acento porque prefiero no españolizar demasiado la terminología sánscrita.
El juego de las diferencias
Hablando de terminología sánscrita, un detalle que me perturbó del libro La biblia de los mandalas es la sección titulada “Yantras: los mandalas hinduistas”. Como ya he explicado, para mí un mandala no puede ser otra cosa que hinduista (o budista, pero la raíz lingüística y filosófica sigue siendo la misma), a la vez que en esa definición se mezclan dos términos. Por lo que sé y he leído, mandala y yantra se usan muchas veces como sinónimos, aunque al parecer no lo son.
En todo caso, ambos son definidos como diagramas geométricos simbólicos que representan a una deidad en particular o, como dice A. Daniélou en su Dioses y mitos de la India, “energías básicas del mundo natural”.
Según explica Álvaro Enterría en su libro La India por dentro, los mandalas son “más elaborados (que los yantras), son representaciones en forma circular de fuerzas cósmicas y son muy utilizados por el budismo tibetano”. En efecto, el mandala es más ‘figurativo’ que el yantra, sobre todo en el budismo, donde las representaciones incluyen imágenes del Buda o de deidades budistas.
El yantra, en cambio, se limita a elementos lineales y geométricos como cuadrados, círculos, triángulos, elipses, espirales o cruces, pero nunca aparecen elementos figurativos como imágenes antropomórficas (aunque sí pueden aparecer algunas sílabas sánscritas consideradas sagradas).
Al parecer, entonces, en el hinduismo coexisten los conceptos de mandala y yantra, pero en el budismo se habla principalmente de mandala.
La base espiritual
La filosofía espiritual de la India explica que el ser humano, con su mente limitada y racional, no puede comprender de manera completa la realidad trascendente, infinita e inmanifestada que llamamos Divinidad. La mente humana no puede concebir nada sin un ‘nombre’ y una ‘forma’. De esta forma, se explica que la utilización de símbolos para vincular lo Divino con lo humano es de gran utilidad para el buscador espiritual. La representación simbólica de la Divinidad tiene diferentes grados de abstracción, siendo una estatua (imagen antropomórfica) la menos sutil.
Los mantras, por ejemplo, son representaciones sonoras de lo Divino y son más abstractos que las formas materiales. Siguiendo esta línea, los mandalas y los yantras como diagramas geométricos son también considerados sutiles en su grado de representación. Así como existe un tipo de Yoga basado en la repetición de mantras sagrados, también existe el Yantra Yoga, un camino espiritual basado en la meditación y visualización en diagramas místicos que representan las formas principales del Universo.
Se explica que cada deidad tiene su yantra, su representación visual geométrica. Probablemente el yantra más conocido es el llamado Sriyantra (o Srichakra) que, según Daniélou, “representa a la diosa universal”, y está formado por triángulos entrecruzados con la punta hacia arriba y hacia abajo, representando la energía masculina y femenina respectivamente, y en cuyo centro está el punto, origen de toda la existencia.
Ahora que he escrito mi opinión y aclarado (dentro de mis posibilidades) detalles sobre mandalas y yantras, cada uno es libre de usar dichas palabras como quiera; libre de diseñar diagramas, de pintar mandalas, de meditar en yantras
Sólo espero que, con el nombre que sea, estas prácticas sirvan para nuestro crecimiento espiritual.