lunes, 13 de agosto de 2012

LAS MENTE SERENA NOS LLEVA AL CORAZON

"La expectación serena de la mente -tal como decía un gran Maestro de la Jerarquía- es la avenida que conduce a la Síntesis, al Corazón". Síntesis, según el sentido cabal del término, implica equilibrio, culminación de esfuerzos y el logro de un definido objetivo de carácter superior. En el caso del alma supremamente anhelante, dotada de una gran experiencia espiritual y capacitada, por tanto, para afrontar el dilema de la propia soledad, Síntesis adopta el carácter de una culminación iniciática, la conquista de aquella Meta constantemente cambiante que traslada la conciencia de plano en plano y de esfera en esfera hasta convertir el ser humano en una entidad divina, libre -tal como místicamente se dice- del polvo de la tierra.

LAS CELULAS DE MI CUERPO RESPONDEN A MI PENSAMIENTO

Todas las células de mi cuerpo responden a cada uno de mis pensamientos. Mi sistema inmunitario sabe que me quiero, y por eso se identifica con mi bienestar.

EN UNA SIMPLE PINTURA PUEDE ESTAR LA CONCIENCIA DE DIOS cartas adios

Dios Dijo:
¿Recuerdan las pinturas que tienen una gran cantidad de niebla en ellas? ¿Tal vez un pai-saje marino con una persona en un bote de remos? La orilla está cubierta de niebla y es apenas perceptible. Está allí, pero apenas se ve. Realmente no se puede ver, y sin embargo se ve un atisbo de ella. Está ahí, y sin embargo, habría que remar cerca de la costa para verla a través de la niebla.
Esta puede ser la forma de ver el Cielo. Les gustaría poder estar más cerca de él. Les gustaría poder tocarlo. Desearían poder mirar a través de la niebla.
Y, sin embargo, queridos, si hay océano, tiene que haber una orilla. No tienen que ver los kilómetros a la orilla antes de llegar. Realmente no tienen que remar hacia la orilla con el fin de llegar allí. La marea los impulsará. Los vientos que soplan. Ustedes ya están en camino. Realmente no hay otro lugar adonde ir, mis amados.
Las orillas del Cielo están a su alcance. Es posible que ya hayan aterrizado, y la niebla sigue impidiendo que la vean. La niebla está en sus ojos.
Desean alcanzar el Cielo. Yo deseo que alcancen el cielo. He dispuesto todo de modo que así lo quieran. Ustedes están en su camino. No pueden perderse.
A veces su excursión en el agua parece muy lenta. Están remando, amados. Y si parece que hay un periodo de calma, ¿por qué, entonces, no ponen los dedos en el agua y dis-frutan ir a la deriva hacia la costa?
A veces puede sentirse que están en los rápidos del agua y su viaje es ligero, demasiado rápido para ustedes, por lo que se sienten fuera de equilibrio.
Ahí está la cosa: no pueden estar temprano ni pueden llegar tarde. Sólo puede estar justo a tiempo.
Ahora, ¿dejarán de quejarse? Los he construido para que lleguen al cielo. Lo he construido en lo que van a llegar al centro del cielo. Hablo en sentido figurado aquí para responder a un deseo de su corazón, pero el Cielo es el Cielo. No hay periferia en realidad, y no hay un centro, a menos que llamen a todos los Cielos el centro del mismo. No hay límite extremo en el Cielo, lo que hace justo decir el centro del Cielo.
Les diré algo más. La diferencia entre la Tierra y el Cielo es su conciencia. Su concienti-zación no es poca cosa. Su conocimiento es importante. Es de suma importancia. Su con-ciencia es algo así como las gafas 3-D que les dan en el cine. Ustedes fueron quienes es-tuvieron en el cine. Hubo una película en la pantalla. No había dos o tres películas en la pantalla. La película fue la misma. Y, sin embargo, cuando se ponen las gafas 3-D la pelí-cula parece una película diferente, una película especial. Una película especial entró en foco. Debido a que pueden ver, la película cambia ante sus propios ojos.
Sin las gafas, la película sería plana. Visto a través de los anteojos, la película vuelve a la vida. Con las gafas, ven las dimensiones que no veían sin ellas.
Este símil se desinfla, sin embargo, porque no pueden solo abrir su conciencia como si se pusieran un par de anteojos. No pueden chasquear los dedos, y tener una mayor con-ciencia. No parece haber ningún genio de la conciencia que lo hará todo para ustedes. ¿O lo hay?
Ustedes pueden llamar a la conciencia de ustedes. Pueden saber que la tienen. Y cuando una mayor conciencia se alcanza, no es desde el esfuerzo. Es como si un genio de la conciencia se presentara a sí mismo a ustedes, y ahora pueden ver lo que antes no pod-ían ver. Lo que cambió fue su conocimiento. La Conciencia cambia. Crece.