Dios Dijo:
Un alma hermosa, todo lo que puedes ser es un alma hermosa. No hay nada más que tu puedas ser. Lo sabrás cuando ya no estés apegado a todo lo que te atrapa del mundo. Cuando dejes todo esto de lado, ahí será cuando tú saldrás del capullo que tú mismo has hecho, de la red enredada que has tejido tú mismo. Cuando toda la parafernalia extraña se ha ido, ¿qué puede quedar excepto tu alma resplandeciendo en toda su belleza? Tu alma tiene un significado y nunca se desnuda. Éste es el verdadero tú. Cualquier otra cosa es sólo una prestidigitación, una fachada, una apariencia . No importa cuan habilidoso seas en el mundo, esto es cierto. Asimismo, esto es cierto, no importa cuan poco habilidoso seas en el mundo.
Tú creías que el mundo lo era todo, y que tú no eras nada, una gota en un balde, para dar y regalar, simplemente un trabajador tolerado sobre la Tierra, con frecuencia no visto, desconocido, no considerado, de poca significancia realmente, así pensabas.
Y, aún así, siempre, eres muy importante para mí, y ahora te pido que seas importante para ti mismo. No creas lo que el mundo te dice porque el mundo no sabe lo que vales. El mundo ha secuestrado tu creencia en ti mismo y la ha escondido en algún lugar. El mundo ha tratado de convencerte de que tú eres sólo las masas, y tú has sido convencido. Tú no dejaste tu alma, pero si renunciaste a su importancia. Empezaste a sentir que tu alma y su valor eran el cuento de hadas en lugar del mundo. Por supuesto, tú y el mundo lo tienen todo al revés.
La vida en el mundo es valiosa, tan valiosa como tú lo eres, y aún así el mundo tampoco se ha estado valorando a sí mismo. Un mundo que se valore a sí mismo no tendría guerras. No tendría frenesí de ningún tipo. El mundo tampoco se ha valorado a sí mismo, entonces ¿cómo podría valorarte a ti?
Ahora te exhorto que te valores a ti mismo y al oro brillante del que estás hecho. No creas en los espejos que miras. No creas en las críticas del mundo. Cree en Mí, amado, y yo creo en ti.
Vamos a creer y no a pretender.
Eso que tú llamas realidad, o los hechos difíciles de la vida, son la ficción. ¿No es extraño que te escondas a ti mismo de la mayor de las Verdades, y que aceptes lo más superficial de la ficción? Estoy diciendo que tú, un alma magnífica, naciste del Cielo para hacer brillar tu gloria. No eres una baratija, amado. Eres la cosa real. Cualquier análisis de ti que es menos que oro puro está equivocado. Tu eres la estrella brillante que brilla en Mi corazón. ¿Por qué es tan difícil de creer?
Tú crees en todo lo que cualquiera te diga. Lo crees fervientemente. Aún así te cuesta creer lo que Yo te digo. Cree o no, acepta. Tómalo de esta manera: Tú vales. Eres muy valioso. Tú vales todo excepto el castigo y la desvaloración que te pusiste.
Aquí estás, sentado en el trono del universo, y piensas que no tienes hogar, durmiendo sobre el cordón de la vereda.
Tu percepción se ha ido, amado. Olvidaste Quien eras. Te olvidaste de todo al respecto. Incluso puedes pensar que es absurdo creer que eres algo más que el contorno físico de ti y la acumulación de hábitos y falsos profetas.
Te proclamo que creas en Mí, y que creas lo que digo, así puedes creer en ti mismo. No importa la visión tergiversada de las otras personas acerca de ti. Comienza a verte claramente a ti ahora, y verás a los demás de la misma manera. Eres un alma brillante poderosa. Acepta esta evaluación verdadera sobre ti, y hazla tuya.
Traducido por: Cecilia R