miércoles, 5 de septiembre de 2012

NO PIENSEN EN USTEDES MISMOS,cartas a dios

Dios Dijo:
A Mi parecer Mis hijos le conceden muchísima atención a no sentirse bien; echando de menos o necesitando algo, o perdiéndose alguna cosa, o cuando se preguntan sobre porqué están aquí en la Tierra, reflexionando: "¿Qué se supone que estoy haciendo aquí?, ¿Para qué sirve todos esto?. Yo quiero saber el significado de mi vida, y lo quiero saber ahora".
Me parece a mí que mis hijos le prestan demasiada atención a hacer preguntas y no la suficiente a dar. Esta es una manera educada por Mi parte de decirles que ustedes pasan demasiado tiempo y energía pensando en ustedes mismos y en lo que va a ocurrir y porqué, por qué, por qué, y qué, qué, y qué, cuando podrían estar ayudando a alguien y a Mi. Verdaderamente no crean estar ayudando a nadie cuando piensan en ustedes mismos o piensan sobre los males del mundo, o al reflexionar sobre la aparentemente grave situación de alguien en la vida, ¿Acaso lo hacen? Lo crean o no, hay otras cosas en las que pensar. Deben de disfrutar realmente de la sensación de restricción que los pensamientos de sufrimiento provocan en ustedes. Debe de gustarles mucho sentir autocompasión o pena por otros. ¿Serian tan amables de parar eso ahora? Dejen de contener el sufrimiento contra ustedes. Jamás sientan pena por nadie, por ustedes mismos, ni por cualquier otro. Eliminen la palabra "pobre" de su vocabulario. Desde este día en adelante, no digan "Pobre Mary", o "Pobre Joe", o "Pobre de mi".
La pena no es una vibración alta. Probablemente va de la mano con la ira y el miedo y todas esas emociones lastimeras que a todas luces no le sirven a nadie. Ustedes deben de haber pensado que la pena era una emoción noble. Lo único que puede hacer la pena es hacer que ustedes u otra persona se sientan desafortunados. Si algún otro es menos afortunado que ustedes, entonces, eso les hará a ustedes más afortunados. Por supuesto, tengo que decir, que muchos de Mis hijos parecen sentirse bien al considerarse a si mismos desafortunados. Pudiera ser tan bueno acaso como sentirse afortunados. Ser desdichados les debe dar un cierto aire de importancia a ustedes.
Mejor sería no sentir, dar, o recibir conmiseración; es una pobre sustituta del amor. Muy pobre. La pena y sus equivalentes, son débiles y debilitan al que las da y al que las recibe. No puedo pensar en ninguna cosa que la conmiseración fortalezca que no sea debilidad.
Yo soy consciente de que el mundo les enseña a quejarse y lamentarse. Yo les estoy requiriendo que ya nunca más lo hagan. Si resulta que sienten que necesitan tener más atención hacia ustedes, encuentren alguna otra forma que no sea provocando simpatía. Y si están con alguien que está ahogándose al sentir pena de si mismo/a, sean comprensivos y no aumenten su sensación de sentirse equivocados o desafortunados. No amplíen el estribillo de: ¿"No es horroroso"?; se trata de un estribillo bastante regular.
Yo no les pido que le resten importancia a sus propios problemas o a los de otros. Yo les pido que se abstengan de clavarlos aún más profundamente. No hagan que la turbación sea imborrable. Yo les pido que mantengan su propio equilibrio. Cuando una persona está afectada por algo, ¿Qué hay de bueno en que ustedes también lo estén?
Sean honestos. Ya sea muy penoso el sufrimiento de alguien, ustedes saben que no se lo toman tan en serio como la persona que lo está pasando. Está bien que ustedes se preocupen, y está bien que ustedes no sean barridos en lo que es el problema en sí. Ustedes no precisan del gesto de un buen amigo para estar doloridos tan bien. Estén cerca de sus amigos, y aun así, no hagan suyo su dolor.
Vengan a donde brilla el sol, amados.
Traducido por: Alexiis