Organización interna por medio del trabajo con Mandalas.
En estos años de aprendizaje, pude observar y vivenciar cómo los procesos creativos sanan antiguas heridas. El mandala es un arquetipo, una forma primordial que alude a la totalidad, a la integración de principios opuestos, a la organización de la psique. Esta característica fue estudiada por Carl Jung, psiquiatra suizo discípulo de Freud, y ha sido utilizada durante milenios por los sabios tántricos de India y Tíbet. Es una herramienta completa y un camino maravilloso para llegar a nuestra simbología personal. Estas imagenes circulares estan almacenadas en el subconsciente de cada uno de nosotros.
Estos años me han enseñado la cualidad de poseer la imagen para ir a las profundidades de la psique. El arte es una de esas disciplinas maravillosas que logran sumergirnos en un tipo de meditación activa y en un proceso de sanación psíquico y emocional. El mandala potencia esta cualidad logrando la química cerebral que promueve la salud. La alegría de la creación. Además de pintar y profundizar en este trabajo, el solo observar los mandalas puede traernos enormes beneficios. Si a esta observación sumamos una intención verdadera de trabajo interno y consciente, los efectos pueden sorprendernos.
