Dios Dijo: Eres un explorador en la vida. Experimentas con lo que la vida tiene. Experimentas con todo eso. Experimentas el poder y la gloria, y experimentas los dolores en el corazón. A lo largo de toda la vida eres el explorador. Sé como la flecha que viaja a través del mundo.
La flecha viaja con lluvia y con sol. No se desvía. No se queja por el clima ni por nada. No dice que hoy preferiría no ser una flecha ni que se quedaría en su vaina. Cuando se la llama, una flecha hace lo que hacen las flechas. No mira hacia la izquierda o hacia la derecha. Sigue adelante. A pesar de lo que suceda, a pesar de la descarga de artillería, una flecha se lanza hacia adelante. Eres una flecha en la vida. Eres su explorador. Sea lo que fuere que atravieses, lo atraviesas. La vida es lo que está sucediendo, sea lo que fuere. Puedes ser una flecha que se lanza hacia delante. Que no mira a su alrededor. Que presta atención a lo que está haciendo en lugar de prestarle atención a lo que pueda estar sucediendo alrededor de ella. A una flecha no le afecta todo lo demás. Mantiene su propósito. Sabe lo que tiene que hacer, y que tiene que ser tan recta como una flecha. Porque eres un explorador de la vida, puedes haber pensado que debe afectarte tremendamente lo que está sucediendo. Puedes haber pensado que tu corazón debe explotar o naufragar de acuerdo a lo que suceda a su alrededor, pero esa es sólo una idea que obtuviste por ahí. Un explorador experimenta. Esto sucede y eso sucede en torno al explorador. Explorar no significa que debas estar plagado por lo que sucede. Una flecha no se la pasa girando sobre si misma. No reflexiona tanto sobre las cosas. Incluso si se le dispara con balas, la flecha no llora. Incluso si una bala le pega, ella no sufre. Le dieron, pero no se enoja ni insulta, no acumula penas ni las saca a relucir de vez en cuando, como si las penas fueran una pluma sobre la flecha. La flecha nunca se convenció a si misma de que debía sufrir. La flecha no interpreta nada como motivo de sufrimiento. Tú, sin embargo, aprendiste y quizás te has enseñado a ti mismo que debes ser dominado por lo que sucede alrededor tuyo y, por lo tanto, que debes sufrir. Que seas un explorador en la vida no significa que debas reflejar todo lo que sucede. No debes vestirte según lo que experimentas. No debes intimidarte por una experiencia. Eres un héroe, amado, no un mártir. La vida no es un guante. Pero si piensas que sí lo es, no te sometas. Cuando tiemblas te levantas. No te sientas a llorar sino que te levantas. Termina con el guante y continúa con tu rol como explorador. Mira, amado, en la vida estás corriendo hacia el Cielo. Tienes una dirección y un propósito, y no te dejas influir por cualquier Fulano, Mengano y Zutano. Sigues avanzando. Tú, que eres el explorador, no eres indiferente a la vida, pero no tienes que acobardarte. Experimentas la vida, y a la vez eres un simple observador de ella. Tú, como explorador, observas y sigues avanzando a pesar de las experiencias particulares. Eres una flecha de la vida, amado. Eres una flecha hermosa que disparé desde el Cielo. Te di un buen propósito. Te di toda la energía y la velocidad para continuar en la dirección en que te lancé. ¿Me comprendes? No adopto el caos. Eres un simple explorador, en tu camino al lugar desde el que provienes. Traducido por: Cecilia R |
martes, 25 de septiembre de 2012
ERES UN EXPLORADOR EN LA VIDA
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